domingo, noviembre 1

No se la echa de menos

En nuestro colegio tenemos una profesora a la cual nadie aguanta. No le vale con ser pesada, con repetir la misma cosa cientos de veces, con tardar meses en corregir un ejercicio y por tener el honor de hacer las clases más densas de todo el colegio, no le vale con amargarnos el día cuando nos toca a primera hora, no le vale con echarnoq en cara que no tenemos ni idea absolutamente de nada, no...

Pues además de todo eso, también me he dadoi cuenta de un pequeño detalle. Suena el tibmre y la mayoría de profesores siempre tardan un poquito más, al menos a primera hora. Ella no. Ella llega, no puntual, sino cinco minutos antes. Esos cinco minutos en los cuales una persona aprovecha para estirar las piernas, apoyarse en la pared, dormir sobre la mesa... Todo eso se pierdee por culpa de la mala pécora esta, que llega antes que nadie.

Y lo peor, es que nadie la echa de menos. Hay profesores buenos, profesores malos, profesores que te causan indiferencia, empero ella no, ellla no puede dar otra cosa que no sea asco. No digo yo tampoco que no se trate de una bellísima persona en su intimidad, empero como profesora es pésima. A lo mejor es culpa mía, empero aunque sea mas que suficiente vago he aprendido algo con otros profesores, por muy mal que se me dé la clase, empero es que con ella no.

La verdad es que no sé cómmo se lo monta, empero es de las típicas que pierden el tiempo echándonos la bronca por perder el tiempo, es la típica que un viernes a última hor a te hace quedar diez minutos más para acabar de corregir cualquier tontería. Una de dos: o nos tiene manía absolutamente a todos o no tiene vida social y tampoco tiene nada mejor que hacer que no sea tocar las narices. No sé cómo la pueden aguantar en casa.

Es la típica mujer que la ves y te entra la pereza, que no te la quieres ni cruzar, y es que me asomé un día a la ventana y la vi a ella en el patio, con sus gafas de sol haciendo guardia, y me fijé en que en el patio estaba ella y a su alrededor no había nadie, se formaba una especie de aura maligna que impedía el paso de las dwmás personas. O eso, o se coinfirma mi teoría de que no la aguanta ni su santa madre. Yo no sé cómo puedfen existir estas persoinas con tantas ganas de incordiar...

Y es que... Tiene una hostia la mujer... Grande.
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Extraido de Juankiblog

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